martes, 12 de diciembre de 2017

El DAESH es derrotado


Visita del Putin a Siria
Hace unos días, el presidente ruso, Vladimir Putin, se reunía en Siria con su presidente, Bashar Al-Assad, para agradecerse el apoyo mutuo en la Guerra Civil que ha asolado el país y ha conseguido que la organización terrorista e islamista Daesh (o Estado Islámico) haya sido derrotado (La Sexta).  Tras esto, las tropas rusas se irán retirando.

La Guerra Civil Siria es uno de los conflictos políticos y militares mas importantes de la actualidad. Se inició en 2011, a raíz de las revueltas surgidas de la Primavera Árabe, que acabaron con Mubarak en Egipto y Gadafi en Libia. En Siria, sin embargo, los rebeldes no consiguieron hacer caer al gobierno, provocando una guerra civil. A esto, se ha sumado la acción terrorista de la organización islamista conocida como "Estado Islámico" o DAESH, que también ha ido extendiendo su califato del terror por Irak. Tras su auge en 2014, la organización terrorista ha ido retrocediendo posiciones hasta su derrota acaecida recientemente.

Esto no parece contentar a los aliados de los "rebeldes", liderados por EEUU, cuyo actual presidente, el neoconservador Donald Trump, parece haberle encontrado el gusto a las intervenciones militares tras haberlas criticado cuando estaba en campaña electoral. Y es que, cuando te apoyan países tan "democráticos" como Arabia Saudí o Qatar, o líderes como el islamista retrógrado de Erdogan, que acaba de instaurar una pseudodictadura, eso da que pensar. Además, Arabia Saudí está acusada de financiar al Daesh, junto a las dictaduras del golfo como Qatar, Kuwait, y los Emiratos Árabes Unidos (Russia Today ).

Cierto es que en Siria había una dictadura hereditaria, pero esto no es excusa para no criticar a los farsantes que, con una mano, piden democracia y, por la otra mano, piden ayuda a imperialista y dictaduras. Si se consolida la victoria de Al-Assad, esto beneficiará la imagen internacional de Putin, un presidente nacionalista y conservador que legisla a favor de la Iglesia Ortodoxa, y aumenta las emociones nacionalistas rusas con la anexión de Crimea y la guerra ucraniana. Y Putin no apoya a Siria por razones morales, sino por intereses económicos, además de ser el único país importante que apoyó a Al Assad para ganarse simpatías por parte de sectores izquierdistas de otros países, como ocurre en España.

Ahora solo queda esperar, y ver como asimilarán los Estados Unidos y sus aliados la previsible derrota de los "rebeldes".

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